martes, 17 de junio de 2014

KO a KA en la UCV por @rricardorios1


Hay un pecado que la liturgia ucevista no perdona: hablar bien de sus autoridades. A contrapelo del refrán, la orden es: desde con el pétalo de una rosa. Una forma de expiarlo es sacar la lista de críticas que uno a diario hace contra sus conductores, entre los cuales me cuento ya que pertenezco a su CU, cosa que no haré. 

El estudiante chavista Kevin Ávila, expulsado por violento de la UCV con sentencia ratificada en varios tribunales (¡así será el caso!), denunció a la rectora Cecilia García-Arocha de promover la violencia en la UCV el 0304-14. "Guarimbera" apareció en los medios de fusilamiento mediáticos del gobierno buscando crear la matriz de opinión que la condene antes de un posible juicio. 

KA está en múltiples fotos al lado de los que cometieron el acto atroz de desnudar a un estudiante, pretendiendo humillar al movimiento de protesta que recorre al país desde hace 120 días. 

Encabezó las tropas de asalto que grupos paramilitares perpetraron contra la observación electoral, autorizada por el CNE, que hacía la Asamblea de Educación en la sede de la APUCV. Esto fue grabado por las cámaras de seguridad y denunciado ante la ley sin respuesta alguna. 

Tampoco han recibido la menor atención policial las denuncias de las 92 agresiones, claramente terroristas, de las que ha sido objeto la UCV durante la gestión de la doctora García-Arocha,enfrentadas con particular gallardía, he aquí el pecado. 

Sairam Rivas, valiente estudiante de Trabajo Social de la UCV, ganó claramente las elecciones en su Centro de Estudiantes al grupo de KA. 

No encuentro otra razón por la que ella específicamente esté sometida a un régimen de prisión, sin sol ni visitas, en el SEBIN. 

KA es un funcionario del MPPEU que goza del más amplio rechazo en el seno de los estudiantes universitarios, incluidos los chavistas: llegó de último en las pasadas elecciones a la FCU,detrás de otra plancha oficialista. Recibió una "asignación directa" grande para el funcionamiento del Comedor Universitario, sin rendición de cuentas conocida. Un día saboteó unas pruebas acumuladas para enfrentar robos en el comedor, fue usado como tonto útil por los forajidos. Esa tarde fue catalogado de héroe juvenil, causando estupor en el seno del gobierno: las vainas que nos echa Hugo, dijeron con resignación. 

El gobierno creyó erradamente que esta nueva persecución contra una dirigente que no lo apoya iba a ocasionar una crisis de pánico. El PSUV, con su misógina política represiva, no acaba de entender las lecciones recibidas en las alcaldías de Maracaibo, San Cristóbal, Córdoba o San Diego, entre otras. 

Ese portento de hombre nuevo, amparado en una complicidad maloliente en la AN, recibió otro KO. El jueves 12, el desprecio machista de los militaristas del régimen hacia las instituciones dirigidas por mujeres quedó al desnudo. La UCV es femenina, es nuestra Alma Mater, la Casa que Vence las Sombras, es la ternura derrotando al odio. Mejor dejen quieto lo que está quieto. 


Ricardo Rios



lunes, 2 de junio de 2014

Una Política Comercial activa por @LuisAngaritaEEI


La inserción de un país en la economía mundial ha sido la tendencia más clara y evidente que se ha practicado como estrategia de desarrollo, tanto en los últimos dos siglos, como en los actuales momentos de las relaciones internacionales y, la actitud que cada Estado tenga frente al comercio internacional, es de vital importancia para que dicha inclusión pueda tener un resultado fructífero. 

Si bien es cierto que en el debate entre el proteccionismo y el libre comercio podemos encontrar una fuerte tendencia a demostrar las virtudes del segundo y las deficiencias del primero, sobre todo en el mundo académico, también es claro que los grandes procesos de industrialización y de desarrollo de los países han venido acompañados de medidas proteccionistas, que coloquen en mejor posición de competencia, a la industria nacional. Así, la conocida Revolución Industrial ocurrida en Inglaterra en el S. XIX, que se desarrolló en un contexto de auge de la teoría del libre comercio, vino acompañada de medidas altamente proteccionistas, conocidas como las “leyes de los cereales”.

Más adelante, en el proceso de industrialización de América Latina, el crecimiento de las distintas industrias ocurrida entre los 50 y los 80, también estuvo conducida por una política comercial altamente proteccionista, que sustituía las importaciones por bienes elaborados de la industria nacional. Esto trajo consigo un duro aprendizaje: alejarse de la participación de los mercados mundiales, condenándola al rezago tecnológico y de productividad.

Por otra parte, en el proceso de desarrollo tecnológico del sudeste asiático, el diseño de las estrategias comerciales tuvo como clara orientación, la participación activa en los mercados mundiales, permitiéndose así, evaluar la calidad de sus procesos industriales y tecnológicos. De esta manera, si un país lograba exportar un bien, era producto de un proceso de innovación y de competitividad adquirida bajo un proceso de protección comercial que permitía el crecimiento y madurez de nuevas industrias, asociado con un adecuado criterio de desempeño y de calidad. 

En el caso venezolano, si bien hubo un proceso de industrialización, su sesgo antiexportador impidió la correcta inclusión de bienes “Hecho En Venezuela”, capaz de lograr un crecimiento de las exportaciones de bienes no petroleros e impulsar la producción nacional. A pesar del esfuerzo de apertura de los 90,  en los últimos 15 años se han acumulado las condiciones como para desestimular cualquier iniciativa nacional a favor de la importación de bienes y servicios.

En los actuales momentos, donde las condiciones para la producción nacional son precarias, y donde se expone desde los distintos sectores la necesidad de crear las escenarios que favorezcan a la reactivación del aparato productivo nacional, se hace necesaria la definición de una política comercial que, como política pública, armonice las distintas áreas de la economía nacional (monetaria, cambiaria, fiscal), y estimulen procesos de creación e innovación que impulsen la fabricación de bienes con criterios de productividad y competitividad internacional, ya que en la inclusión del país en la economía mundial ofrece las mejores oportunidades de progreso. Si el gobierno no atiende estos criterios, probablemente corra el riesgo de alejarse de las tendencias mundiales de comercio, con un alto costo para el desarrollo nacional.

Luis Angarita.