Como integrantes de la comunidad académica ucevista
queremos manifestar nuestro asombro ante la noticia del otorgamiento por el
Consejo Universitario del Doctorado honoris
causa a la rectora de la Universidad Central de Venezuela y nuestro
desacuerdo ante este hecho sin precedente.
En primer lugar porque resulta cuando menos incomprensible
que el máximo órgano de dirección institucional dé curso a un procedimiento destinado
a conferir tan alto reconocimiento precisamente
a quien lo preside.
Si además se llega a la conclusión, lo que
parece inevitable, de que el artículo 2° del Reglamento del Doctorado honoris causa, en el cual se define la calidad de los méritos que
debe poseer el candidato, ha sido
interpretado con conveniente laxitud, será en extremo difícil evitar la
impresión de que la voluntad de autoconferimiento
de la distinción ha desempeñado un papel decisivo en el resultado.
Cuando la sociedad venezolana se manifiesta en las
calles contra la violenta arbitrariedad y la adulación desmedida
características de los últimos tres lustros de la vida nacional, una decisión
como ésta en vez de contribuir a movilizar las convicciones sobre el valor de
la universidad como sede del pensamiento libre e independiente, favorece la
atmósfera de polarización y radicalismo destructivo imperante y deliberadamente
promovida.
Comparto 100% el criterio esgrimido y doy mi apoyo a @Confianza.
ResponderEliminarFreddy Martinez CI 2864213
Ingeniero Electrico egresado de la Escuela de Ingeniería Eléctruca de la Ilustre UCV en el año 1979
Quiero manifesta mi acuerdo con este comunicado y autorizo al grupo para que me incluyan como firmante del mismo.
ResponderEliminarCuando se otorga el HC a un profesor universitário es porque há realizado una obra muy importante que implique la institución y el país o a nível internacional y no es el caso de la actual rectora de la UCV.
José Luis Michinel, CI: 3714678
muy de acuerdo con confianza egresada EAC UCV
ResponderEliminarAsombra tal decisión aunque no sea extraña en un contexto de deterioro instiucional creciente en la UCV. Si la universidad, la más antigua y de mayor tradición, pierde como lo ha venido haciendo los fundamentos sobre los cuales basa la única autoridad que posee (la autoridad moral que da el apego a las normas académicas que riegen sus actos) ya no simplemente pierde su derecho a cuestionar las arbitrariedades del ejercicio del poder en otros ámbitos, sean o no académicos, sino que simplemente deja de ser universidad. Lamento estar presenciando el avance de las sombras sobre la universidad no por la fuerza de sus enemigos externos sino por el agotamiento de su propia luz.
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ResponderEliminarLa verdad es que llama la atención que una entidad le otorgue un reconocimiento a su presidente, lo que equivale a un auto-reconocimiento por parte del beneficiario del título.
ResponderEliminarEs algo como un autogol
ResponderEliminarError político y académico de envergadura, especialmente en estas circunstancias del país. Myriam L de Valdivieso.
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ResponderEliminar¡Qué sinvergüenzura!
ResponderEliminarMe parece que está muy mal hecho este Doctorado honoris causa autoconcedido. Esa distinción generalmente la concede la UCV a destacadas figuras fuera de la institución, venezolanas o extranjeras, con grandes méritos en la ciencia o la cultura. Creo que a la rectora le ha tocado una gestión muy dura y ha defendido con entereza la autonomía y la pluralidad, pero la crítica a esta decisión personalista y abusiva hay que hacérsela. Las cosas como son.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con el comunicado realizado. Sus razones y sentidos la explica el documento de una forma inmenjorable.
ResponderEliminar¿Practicando lo que supuestamente critican? Habrase visto semejante egolatría que sólo era practicada por los miembros del gobierno. Conducta contagiosa o simple práctica aprendida en 15 años de mala educación ciudadana? Hasta hoy le guardo respeto a esa rectora que me parecía brillante y que con su actitud acaba de poner en duda su cordura.
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