Venezuela esta conmovida, sacudida en
sus cimientos por el fracaso de un modelo político y social.
Vivimos los estertores de un régimen que usurpó
las principales consignas de redención social, trastocándolas en mamparas para
tratar ocultar el más grande robo y despilfarro perpetrado en nuestro país,
desde los días difíciles de la entrada de Boves a Caracas.
Las calles son recorridas por filas de gente
procurando obtener de cualquier manera los insumos del sustento cotidiano.
A la ausencia atroz de alimentos se le une, en
macabra alianza, la escasez de medicamentos que mata a los niños, y pacientes
en general, que la terrible inseguridad reinante no ha aún aniquilado.
El país está cruzado de protestas que en grado
de creciente violencia anuncian que este bravo pueblo está llegando a los
límites de la desesperación, más no de la desesperanza.
Es aquí donde sentimos que una operación
política como la que está implícita en el esfuerzo que hemos llamado Foro por
el Cambio Democrático, tiene cabida y sustento.
Un grupo grande de consecuentes luchadores
políticos, que jamás abandonaron sus puestos de pelea en la exitosa ruta
democrática que ha transitado la oposición venezolana, con formación y experiencia, agrupados en
diversas instancias de reflexión y acción a lo largo de todo el país;
nuevamente nos sentimos convocados a ejercer esa esperanza que mantiene a
Venezuela, con cada vez más precariedad, en los linderos de la paz.
Ofrecemos el concurso de nuestros saberes para
la creación de las líneas políticas que coadyuven en la confluencia de
satisfacer los motivos de esa enorme y justificada ira nacional, con la
consolidación de un nuevo Gobierno de Unidad Nacional que siente las bases de una
Venezuela próspera, productiva, solidaria, culta y profundamente democrática.
Un Gobierno de Unidad Nacional que nos permita
salir, más temprano que tarde, de esta caverna obscura donde nos ha conducido
la repetición insensata de un modelo que históricamente ha garantizado élites
corrompidas, represión, irrespeto a los Derechos Humanos y naciones preteridas
y depauperadas, sin más institucionalidad que la sumisión a un estado que
pretende controlarlo todo.
Para que un nuevo gobierno así dirija al país, se
requiere de una propuesta política robusta y poderosa, capaz de convocar
al más amplio abanico de voluntades, que conjugue la gobernabilidad de
un pueblo desesperado por las necesidades con las propuestas económicas,
sociales y administrativas que nos acerquen aceleradamente a las exigentes
condiciones de gestión pública del mundo de hoy.
Esa propuesta es conocida y ha mostrado su
fortaleza y su eficacia cuando ha sido bien utilizada, nos referimos a
la Unidad, no reducida al uso más o menos astuto de su fuerza de
convocatoria, sino orientada hacia un poderoso movimiento creativo de
participación que le abra las puertas a la capacidad emprendedora de
nuestra población.
Para el Foro Democrático, la defensa de ese
concepto de unidad tiene carácter prioritario, imprescindible para el
logro del cambio que proclamamos.
Reconocemos en la MUD un ente fundamental en
esta lucha unitaria, a apoyarla irán buena parte de nuestros esfuerzos,
sabiendo, como en la MUD se sabe, que la Unidad requerida está más allá de su
área de influencia.
Un buen ejemplo de ello es la lucha por derogar
el decreto ecocida del llamado arco minero de Guayana o la lucha por
lograr que la ayuda sanitaria internacional llegue YA a manos de nuestros
pacientes.
Apegados a la ruta democrática, es de la
Constitución de donde sacamos nuestras propuestas de cambio.
Nos hacemos voceros del clamor que surge de
todos los rincones del país expresado en exigencia de que se realicen las
elecciones de gobernadores, con un amplio proceso de primarias y
acuerdos que nos permita conquistar las 24 gobernaciones, según cada realidad
local.
Es una meta exigente pero factible.
Es en la expresión de la voluntad ciudadana
dónde está el meollo es este asunto, por ello privilegiamos al
Referendo Revocatorio del mandato presidencial de Nicolás Maduro como la tarea
política fundamental del momento.
Esta propuesta ha sido reconocida mundialmente;
además, y esto es lo fundamental, ha sido asumida por el pueblo venezolano con
singular entusiasmo.
Toda la vena totalitaria del madurismo se brotó.
Al saberse derrotados, han hecho uso partidista
del TSJ y del resto del aparato del estado para impedirlo, mereciendo
una diplomática reprimenda en la reciente reunión del Consejo Permanente de la
OEA.
No han tenido el menor escrúpulo para infundir,
infructuosamente, desaliento en una población que ya perdió la paciencia y
el miedo, dejando por fuera muy poco de lo que caracteriza a una dictadura.
El Foro Democrático se organiza para difundir,
promover, organizar y garantizar que el pueblo venezolano pueda ejercer este
derecho constitucional.
El Referéndum no es objeto de negociación alguna, es el
símbolo político de la lucha social en la Venezuela de hoy.
Para nosotros es inseparable reclamar comida,
medicinas o servicios públicos y exigir un claro cronograma por parte
del CNE que le ponga fin a esta cadena de retardos y trapacerías
burocráticas con las que se pretende escamotear la voluntad de las grandes
mayorías.
Por otra parte, exigimos a la MUD la más firme y
extensa unidad para el Revocatorio.
Convocamos a todos los sectores del país a la
movilización pacífica y contundente en defensa de nuestros derechos.
De todas partes y en todas partes crece el
pregón, por encima de bayonetas y fusiles, anunciando y reclamando el
cambio en democracia.
El Foro Democrático se incorpora con entusiasmo
y dedicación, a la decisión que ya Venezuela tomó:
¡EL REFERENDUM VA! Esto no tiene vuelta atrás.
Caracas, 03 de junio de 2016.
Manifiesto del FORO CAMBIO DEMOCRÁTICO, leído por Ricardo Ríos, representante
profesoral en el Consejo Universitario de la UCV
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