jueves, 12 de noviembre de 2015

Un profesor universitario de a pie

Un profesor universitario de a pie

IGNACIO ÁVALOS                 

I.
La Asamblea Nacional se pronunció recientemente (en realidad lo hizo la bancada oficialista, pues nuestro actual Parlamento no es un parlamento en el estricto, y no tan estricto, sentido democrático de la palabra), con el propósito oponerse a la paralización de actividades en diez universidades autónomas y experimentales. Palabras más, palabras menos, señaló la AN, que a pesar de que el precio petrolero anda por los suelos, tales instituciones han recibido recursos como nunca antes, pero que no los administran bien ni se dejan auditar. Que se encuentran divorciadas de las necesidades del país y que están secuestradas por grupos políticos opositores, enemigos de todo aquello que favorezca a la sociedad venezolana. Que, sin compasión alguna y de manera irresponsable, han dejado fuera de las aulas a 200.000 estudiantes. Y que, visto lo anterior y otras cosas más, acudirá al Ministerio del Poder Popular del Trabajo para que tome las medidas a las que haya lugar y al TSJ que opine con relación a tanto crimen junto.
En síntesis, la AN considera que se trata de casas de estudio que aportan muy poco al país y que deber ser profundamente transformadas (intervención mediante, cabe imaginar), de acuerdo a un guión inspirado en lo que pudiera llamarse el “pensamiento del socialismo del siglo XXI”, del que, por cierto, se cuenta con evidencias que francamente dan susto.
II.
Sin embargo, yo, profesor ucevista da a pie, observo cosas muy distintas de las que dice la AN. Observo que el presupuesto universitario ha sido reconducido desde el año 2007 y que si bien hoy suena generoso con su cantidad de ceros, lo es sólo si nos olvidamos de la inflación más elevada del planeta, pues a duras penas alcanza para pagar salarios y realizarlas labores mínimas de mantenimiento. Que en estas universidades, que históricamente han representado 80% de la actividad científica nacional, los laboratorios funcionan a media máquina (en el mejor de los casos), y un número importante de investigadores y de profesores ha dejado la universidad e inclusive el país. Que los académicos venezolanos son, de lejos, los peor pagados de América Latina y que su sueldo no alcanza para comprar la canasta básica, es decir, los bienes y servicios que, según los estadísticos, les permite ubicarse dentro de los parámetros mínimos de una vida más o menos llevadera. Que se pide que las universidades rindan cuentas, pero se guarda silencio frente al silencio del Banco Central,  no se toca ni con pétalo de una rosa la partida para viajes del Presidente Maduro y mejor no hablemos de las cuentas de los Ministerios.
Observo, pues, que el pecado cometido por estas universidades es no querer afiliarse a la franquicia política oficial y mantener a toda costa el derecho de cada quien a opinar conforme le indican su cerebro y su corazón y, por otro lado, no querer parecerse a las que ha creado el Gobierno, esas en las que, por ejemplo, las autoridades se nombran a dedo (participativo y protagónico, desde luego) y las neuronas guardan disciplina partidista.
III.
Observo, pues, que nuestras universidades precisan cambios, pero creo que el comunicado de la AN no sirve para abonar el terreno, porque en vez de promover soluciones convenidas a través del diálogo, publica un escrito que descalifica y amenaza, además de que desborda el juego democrático buscando imponer, “como sea”, su visión del tema universitario.
Observo, en fin, que la AN cree que eso de la sociedad del conocimiento es puro chisme. O, peor aún, que no existe, pues no la capta desde su pequeño radar.

(Publicado en El Nacional el 11.11.2015)
Nota: El texto resaltado es edición de @ConfianzaUCV

jueves, 5 de noviembre de 2015

POR VENEZUELA

Escrito por María Gabriela Mata Carnevalli (*)    

Con Venezuela en alto.
La oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor, tanto desde dentro de la prueba como en la alegría.
Santa Teresita del Niño Jesús.
Venezuela
Foto de UCV Noticias
Hoy prendí una vela por Venezuela. Ya no voy mucho a misa. Pero de vez en cuando, en un pequeño acto de recogimiento, me paro junto a la Virgen que guarda mi casa, prendo una vela y digo una oración. Hoy, después de hacer una larga cola para comprar leche y palpar una vez más la desesperación que nos cambia en seres agresivos, prendí una vela y dije una oración por Venezuela.
La escasez, la inflación y la inseguridad están cambiando nuestra forma de ser y de actuar y amenazan la tensa paz en la que vivimos desde que la ideología partió en dos nuestra sociedad. El Estado responde solo con represión. Pobrecito, no sabe hacer otra cosa. Aquel que levanta su voz es sentenciado sin juicio y el abuso crece día a día a la par de nuestro miedo. “Mano firme” contra los “desesperaditos” pidió una vez Chávez, en lo que sonó a un adelanto del estado de excepción que hoy arruga la frontera. Que nada se interpusiera entre él y el referéndum, que nada obstaculizase su sueño de poder absoluto y mandato indefinido. Y sus acólitos dijeron Amén. Y siguen diciendo Amén. Y es que las tendencias de voto para las elecciones de diciembre no los dejan dormir. Por eso intentan tapar el sol con sus botas.
Por eso marchan a paso firme contra la Universidad. La Universidad es un obstáculo para el proyecto chavista. Se supone que el pueblo no piensa. Es mejor que el pueblo no piense. La Universidad abierta, crítica y disidente es una afrenta a su entender único y monopólico. La idea es ahogarla sin presupuesto, matarla de hambre, obligarla a hacer cola y humillar la cabeza para conseguir las migajas que quieran darle.
Por eso marchan  contra los defensores de Derechos Humanos. Que no se confundan las agresiones a los activistas con acciones del hampa común. Las repetidas amenazas en público o escudadas en el anonimato no dejan duda. No les basta con haberse adueñado de casi toda la plataforma comunicacional existente y repetir sus mentiras millones de veces. No. Hasta las veleidades de la luna son vistas desde un ángulo político. A favor del status quo, todo, en contra nada. ¡Que comunismo tan raro! Por eso es que dicen que los extremos se tocan. Hasta cuando, digo yo, nos vamos a dejar abusar.
Se nos muere la Democracia. Es menester salvarla sin traicionar su esencia, para ello  es obvio que no basta con rezar. Hay que hacer política de la buena.
Como dijera Francis Fukuyama en una entrevista concedida a Pro Da Vinci con ocasión al lanzamiento de su último libro Political Order and Political Decay,  Orden Político y Decadencia Política, las personas no somos simplemente animales consumidores. Las personas buscamos reconocimiento y dignidad como seres humanos. Y una de las formas en las que esta dignidad se manifiesta es a través de la política. Creo que ese es el significado de tener derechos fundamentales como el derecho del libre discurso, el derecho a votar, el derecho a participar. En los regímenes autoritarios, se trata a los ciudadanos como si fueran niños incapaces de decidir lo que les conviene.
Si se tiene una sociedad patrimonial como la de Venezuela, en la que una élite domina el sistema político para favorecer a su entorno, lo que debe suceder es que el sector que no pertenece a la élite se las amañe para crear una coalición para cambiar el modelo por uno que se ocupe del bien común.   Pero como, además,  la nuestra es una sociedad polarizada y los defensores de los extremos ideológicos no van a desaparecer, el reto es mayor porque se requiere de un modelo que realmente permita conciliar los distintos puntos de vista.
La universidad tiene la palabra. A Dios lo que es de Dios y a nosotros la responsabilidad de motorizar el cambio para que todos podamos rezar desde la alegría.
(*) MATACARNEVALI@GMAIL.COM  - POR VENEZUELA
 WWW.MARIAGAB16.WIX.COM

domingo, 27 de septiembre de 2015

Componentes de ciudadanía: ProfeUniVE y ProfeUCV por @MirnaYonis

El amor por la ciudad, por el país ... por tu familia, tus amigos, por lo que haces y por tus espacios de trabajo tiene múltiples colores, emociones, compromisos.
Son públicas mis identidades como UNA UCVista, Caraqueña, ciudadana... comprenderán los sentimientos encontrados como #ProfeUCV en la actual #CrisisUniVE.
Generalmente, Twitter es el espacio donde vuelco mis comentarios sobre el DRAMA que atravesamos los profesores universitarios como actores responsables en el proceso de aprendizaje, en la formación de un talento humano con sensibilidad social y compromiso con nuestra querida Venezuela. Una responsabilidad que ha sido, es y será compartida con nuestros estudiantes, apoyados por una estructura administrativa y en una institución que " a pesar de los pesares" propios y ajenos sigue siendo (mi) LA CASA QUE VENCE LAS SOMBRAS: (mi) la U.C.V.


Asamblea 22/09/2005 Foto de @SamuelPerezH
Las Asambleas en muchas ocasiones son vistas con desgano y pueden ser des-gastantes, pero también son aleccionadores. Las declaraciones, opiniones, posicionamiento que escuchamos al tomar el micrófono tienen su efecto: apoyo, aversión, aplausos, pitas. La insistencia en la tolerancia y el derecho a opinar  y proponer según el criterio de quien esté en su derecho de palabra es un VALOR de participación y de democracia universitaria y CIUDADANA.  
He escuchado y leído distintos escritos sobre la dramática situación que tenemos los ProfesUniVE en nuestros reclamos por un Salario Digno como una de las peticiones dentro de una Convención Colectiva que "debe" garantizar la calidad de vida de los docentes y de los trabajadores universitarios, no por capricho sino porque la misma es condicionante de la Calidad de la Educación Universitaria, de sus estudiantes, de sus egresados como CIUDADANOS de este país.


Foto tomada de Google
En ningún momento pretendo que estén de acuerdo con mis opiniones, ni imponer criterios pero si apelo a comprender la situación y ser solidarios con nuestros demandas salariales, porque si no las peleamos a través de nuestros gremios NADIE lo va a hacer por nosotros.
Soy UCVista. He formado parte de esta Comunidad  Universitaria por casi ocho (8) lustros, porque incluyo en esa cuenta los años que pasé como estudiante, preparadora y asistente de investigación antes de ingresar como Docente, por tanto creo que la indiferencia está lejos de mi.


Los atropellos y/o agresiones hacia la Universidad se manifiestan de muchas maneras. Más allá de la victimización de la cual no soy afecta, se trata de defender principios y valores, se trata de defender derechos, se trata de cumplir con el deber de una comunidad que está amparada (además) en el Artículo 109 de la Constitución donde:


El Estado reconocerá la autonomía universitaria como principio y jerarquía que permite a los profesores, profesoras, estudiantes, estudiantas, egresados y egresadas de la comunidad dedicarse a la búsqueda del conocimiento a través de la investigación científica, humanística y tecnológica, para beneficio espiritual y material de la Nación. Las universidades autónomas se darán sus normas de gobierno, funcionamiento y la administración eficiente de su patrimonio bajo el control y vigilancia que a tales efectos establezca la ley. Se consagra la autonomía universitaria para planificar, organizar, elaborar y actualizar los programas de investigación, docencia y extensión. Se establece la inviolabilidad del recinto universitario. Las universidades nacionales experimentales alcanzarán su autonomía de conformidad con la ley. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, CRBV, 1999. (Resaltado propio)


Foto tomada de Google

Cómo cumplir con obligaciones? cómo garantizar esos derechos si no se generan las condiciones presupuestarias de manera integral para esa comunidad. Es inexcusable el argumento de desvío de recursos cuando para cada pago hay que “pedir” autorización a OPSU y al Ministerio, pero es más inexcusable que se hable de precuotas presupuestarias por tres meses del 2016, amparadas en una “incertidumbre del ingreso petrolero” cuando es pública y notoria la información de las negociaciones para la compra de armamento e instrumentos para garantizar el orden público. Es inexcusable la mendicidad académica en la que se coloca a la comunidad y autoridades universitarias, que se ven obligados (con votos salvados) a concentrarse en ser pagadores sueldos por las constantes peticiones de re-formulación  de presupuestos congelados (respecto al año 2009) que no toman en cuenta el crecimiento vegetativo de sus docentes activos y jubilados, el incremento de la matrícula estudiantil, ni el costo de mantenimiento, entre muchas otras mutilantes providencias.
Como el uso de la fuerza no está en mi naturaleza, me empeño en pulir mis armas ciudadanas y del conocimiento. De allí que recurra a los valores, a los principios, a la palabra oral y escrita, y a lo que está recogidos en los instrumentos legales internacionales y nacionales. En particular la relectura de los derechos recogidos en el Capítulo VI De los Derechos Culturales y Educativos de la Constitución. Pero al mismo tiempo estar dispuesta adivulgar y reflexionar con mis colegas, estudiantes, familia y vecinos, sobre la #CrisisUniVE y la exigencia salarial de los #ProfesUniVE.


Por tanto, el no reinicio de actividades que comunicacionalmente lo manejan como paro, es la decisión de una convicción reivindicativa, pero no estoy (estamos) paralizados! Claro que estoy ACTIVA, pero no puedo iniciar labores académicas sin condiciones académicas y mucho menos sin el compromiso de recibir un #SalarioDigno por el trabajo que cumplo (realizamos).


La educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad académica. El Estado estimulará su actualización permanente y les garantizará la estabilidad en el ejercicio de la carrera docente, bien sea pública o privada, atendiendo a esta Constitución y a la ley, en un régimen de trabajo y nivel de vida acorde con su elevada misión. El ingreso, promoción y permanencia en el sistema educativo, serán establecidos por ley y responderá a criterios de evacuación de méritos, sin injerencia partidista o de otra naturaleza no académica. Artículo 104 de la CRBV. (Resaltado propio)


Me niego a seguir abrazada a la (auto)manipulación de la culpa y el deber cuando no disponemos de condiciones de calidad de vida, siendo el salario una parte sustantiva de ella, ni condiciones básicas en nuestras instituciones universitarias para desarrollar las actividades a las que nos obliga la ley: docencia, investigación, extensión y gestión universitaria. Las neuronas no paran, ni las posibilidades de hacer permanencia, pero tampoco el compromiso de defender y exigir.


En estas latitudes de la lectura se puede evidenciar un escrito emotivo. Si, posiblemente. Pero está amparado en esos lustros de mi experiencia y aprendizaje, pero muy particularmente del reconocimiento y del respeto a otros. Por eso, quiero acompañar el cierre de este escrito con extractos de un pronunciamiento que enorgullece la formación universitaria y ciudadana. Es el sentir de una representación estudiantil de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) con la cual me siento identificada. Las particularidades de pregrado, postgrado, extensión o cualquier otra dependencia académica y administrativa, sólo reafirmará el diagnóstico.    

Foto tomada de Google
SITUACIÓN FAU: No tenemos providencias, carecemos de servicios, funcionan 5 baños de 20 para una población de más de 1500 personas en la FAU, nos robaron el sistema de aire acondicionado del auditorio que había costado tanto conseguirlo, funciona con irregularidad 1 solo ascensor de 4, tenemos una deficiencia del 65% de las luminarias, las paredes no están pintadas ni en buenas condiciones, los salones están en pésimas circunstancias, los techos sufren filtraciones abrumadoras, tenemos déficit de sillas, mesas, mesones, pupitres, estantes, casilleros, espacios de trabajo en buen estado, los tomacorrientes casi todos están dañados, no tenemos suficiente seguridad, nos falta internet, sistemas y equipos tecnológicos, sufrimos una alta inseguridad incluso dentro de nuestra Escuela y además, el presupuesto ANUAL PARA LA FAU es el mismo desde el año 2009 - Bs. 1.521.169 - que no alcanza para nada, ni es el 10% del valor de una camioneta hoy en día, TOMANDO EN CUENTA LAS CIFRAS DE INFLACIÓN DESDE HACE 7 AÑOS - no tenemos cafetín por la incapacidad de un tribunal para emitir una orden que permita el desalojo de los bienes de la empresa anterior del espacio del mismo, nos faltan equipos de seguridad, contra incendios, no tenemos una biblioteca adecuada ni actualizada y además está en mal estado por falta de presupuesto para su mantenimiento, como todo...

Y aún así, la OPSU irresponsablemente, nos hace una sobreasignación de cupos de más 40%... A esos nuevos ucvistas, pronto les daremos la bienvenida en las condiciones que estamos, en las que ese mismo gobierno que les asignó su cupo (y lo respetamos, apoyando el derecho de cada estudiante) nos tiene sumidos por su interés en simplemente destruir a la Universidad Autónoma Venezolana. Y así se podrán dar cuenta de la verdad, podrán vivir la realidad nuestra, que ahora será suya también. Esta Universidad es nuestra, y ahora suya, y nos tocará juntos vivirla, amarla y defenderla. Así como a nuestro país; Venezuela.

Esto es sólo una parte de los motivos que nos sobran para estar en CONFLICTO con el Gobierno. Es sólo una pequeña muestra de los problemas de la FAU UCV, para que todos nuestros compañeros estudiantes, profesores, trabajadores y la sociedad civíl, se sirvan de comprender y solidarizarse con nuestra situación, lucha y posición. Así como la de los profesores que tantas veces ha sido explicada por muchos medios.
Freddy Alejandro Jiménez, FAU UCV.23/09/2015


Nuestros estudiantes, sean de nuestras aulas o de otras facultades tienen su estilo propio, tienen su orgullo y tienen su dignidad. Comparto con respeto el contenido de este pronunciamiento y su sentir como integrante de nuestra comunidad UCVista.


Finalmente, Ser profesor universitario vá más allá de estar en un aula para impartir conocimiento, gestionar conocimiento y construir ciudadanía. 

Soy Profesora Universitaria, Soy #ProfeUniVE #SoyProfeUCV



Caracas, 24 de Septiembre de 2015.