lunes, 26 de mayo de 2014

BLACK-OUT en la FAU. Prof. Juan José Pérez Rancel


Cuando desde el 11 de abril de 2002 las televisoras venezolanas pusieron comiquitas para ocultar la masacre que el gobierno cometía contra la población desarmada, quisieron aparentar normalidad escondiendo “lo anormal”, quisieron tapar la realidad mostrando la fantasía, pretendían bloquear la información sobre la masacre en curso, distrayendo a los televidentes, a quienes siempre han considerado incapaces de juicio propio. Se conoció como “el black-out” informativo.

Cuando desde el 12 de febrero de 2014, ya francamente hegemónico el régimen propagandístico chavista, se activó su aparato de dominio para desinformar la verdad de lo que protagonizaban los estudiantes universitarios venezolanos en las calles de nuestras capitales, las pantallas televisivas gobierneras o autocensuradas, las infinitas emisoras de radio pro-oficialistas o con funciones distractivas, las redes sociales difusoras de la propaganda del régimen, bloquean la información, neutralizan la realidad, tergiversan las evidencias, mienten cínicamente, igual que entonces, pero ahora oficialmente.

En ambos casos el afán de esos mediocres que se autodefinen “revolucionarios” es negar la realidad, esconder la verdad, aparentar normalidad, simular tranquilidad, hacer una “paz” a la fuerza, actuar como si nada. Puro “black-out”. Puede salir el idiota de Maduro con un bate en la mano para aparentar que es pueblo, sin saber batear, o puede el inepto que hace las veces de ministro del interior, inventar un libreto de novelucha policial, sin dar una prueba, pura fantasía. Pueden anunciarse las mismas obras varias veces, sin que terminen de construirse, o pueden mostrarse fotos de anaqueles repletos, sin decir en dónde y cuándo. Un tinglado de mentiras y trampas. Un escenario para crédulos, un mensaje para autoconvencerse ellos mismos y para engañar a los desinformados y a los desprevenidos.

Incapaces de imaginar que gente como los universitarios puede tener criterio y sabe leer entrelíneas, el régimen y sus agentes estudiantiles y profesorales dentro de las universidades supusieron que reiniciando las actividades académicas se acabarían “las protestas”. “Black-out”. Craso error, pues no han desaparecido las razones para protestar. Craso error, pues la mitad de la población estudiantil es la que eventualmente asiste, a unas aulas recortadas, disminuidas, perplejas de sí  mismas, estupefactas ante tanta indignidad. Porque es indigno volver “a clases”, cuando faltan los otros compañeros, los que han sido secuestrados por el régimen, los que continúan asistiendo en las calles a las lecciones que ellos mismos están dando a la sociedad.

¿Cuál normalidad se quiere aparentar con la “vuelta a clases”? ¿Es normal ir a clases sabiendo que el gobierno chavista mató a la mayor parte de los 44 jóvenes asesinados por los neofascistas motorizados militarizados? ¿La normalidad es tener un ThinkThank o unas jornadas de investigación para demostrar que la FAU y las universidades, pueden seguir produciendo tranquilamente conocimientos a pesar del estrangulamiento financiero al que hemos estado sometidos desde 1983 (Ley de Homologación) por los sucesivos ministerios? Black-Out.

Una jovencita, casi casi una quinceañera que cursa Diseño III, respondió a mi asombro de verlos asistir silenciosos a las “clases” de diseño y a las otras, diciéndome: “nosotros hablamos entre nosotros y con los profesores, pero nadie hace nada, no pasa nada…” Y muchos de los profesores incorporados a esta farsa, sólo “dan clases” bajo este tiroteo. Algunos dedican unos minutos a “plantear el problema” o a “hablar de las protestas”, para luego retomar el hilo de los programas y ver cómo se salva el semestre. Misión cumplida: el chavismo logró su objetivo de neutralizar al CEA y al 50% de los estudiantes de Arquitectura. Seguridad en las puertas y en los estacionamientos, mientras la otra mitad de los estudiantes enfrentan afuera los perdigones, la violencia y humillaciones de los robocops y malandros parapoliciales. Horarios seguros, para no tener que escuchar las detonaciones ni respirar el gas. Organización para salir en grupos después de diseño, por el peligro de la oscuridad, de las sombras ¡¡ vaya manera de vencer las sombras !!

Mientras tanto, otros hacen largas colas, pero no para comprar harina ni aceite, sino para pedir en control de estudios el retiro de las materias o para solicitar las notas certificadas en secretaría UCV, pensando en un futuro que aquí está postergado.

Bajo las condiciones actuales, de violencia desbordada del gobierno en contra de las universidades y sus estudiantes, es ya ficción imaginar que pueden complementarse las “clases” con actividades de “concientización”, agitación o incorporación. Esta normalidad de la FAU, entristece, indigna, asombra, desmerita la herencia rebelde que Arquitectura se construyó en otros tiempos. Esta “vuelta a las aulas” es una máscara, una treta, una emboscada, una trampa caza ilusos.

La UCV no está normal. Es falso que la UCV puede seguir funcionando con cuentagotas presupuestario. Es un empeño ilógico trabajar o estudiar bajo estas condiciones, las financieras y las académicas, las de inseguridad y las de violencia interna y externa al campus. El semestre no existe más, los calendarios son relativos, eternamente reconducidos, efímeros. Preguntémonos cuál debe ser el perfil de los estudiantes ante esta debacle de país, revisando el currículo bajo estas condiciones.

¿Serán universitarios integrales los arquitectos que se gradúen a pesar de que sus compañeros quedaron presos o rayados por expedientes inconstitucionales? ¿Cómo podrán saludar a sus compañeros en el futuro, cuando les pregunten en dónde estaban cuando cerraban las cicatrices de sus torturas? ¿Será arquitectónico hacer abstracción del contexto, del espacio, del tiempo, del momento histórico? ¿Podrán los profesores de la FAU “dar clases” asépticamente, con gríngolas y tapones, bajo estas circunstancias? ¿Cuál es la validez de un proceso de aprendizaje, forzado en medio de este desmoronamiento del país? ¿Dónde queda el rol integral del profesor, según el Reglamento del Personal Docente, que lo compromete con los Valores más allá de la transmisión de conocimientos o métodos?

No era posible prever cuando comenzó mi Año Sabático, que cinco días después moriría Bassil DaCosta. Lamento no haber tenido oferta docente este semestre. Pero estar de sabático no implica aislarse de aquel Reglamento que aquí invoco. Pido a los colegas profesores que perdonen la agresividad que puedan sentir en este escrito y que no se den por aludidos, pues sé que algunos de ustedes han hecho lo que consideran correcto.

Este texto va dedicado a los estudiantes de arquitectura David Acuña, Emilio Fernández y Carlos Borges, cuyos ejercicios de diseño se fueron dentro de las computadoras que les robaron los policías al allanar sus casas. Y a su comprometido profesor Gianni Napolitano, así como a los estudiantes de arquitectura que han sido detenidos, torturados, fichados, vejados. A los que han estado presentes en cualquiera de las múltiples maneras de estarlo.

Esta semana habrá una marcha convocada por la FAPUV y la APUCV en solidaridad con los estudiantes venezolanos en esta hora aciaga. Ojalá podamos hacer ese poquito por ellos. Ojalá que se sientan apoyados por sus profesores y por sus compañeros que están yendo a las aulas: podrán asistir como si fuese una actividad extra-cátedra de todas las asignaturas del pensum: es una actividad por la dignidad universitaria. No hay “normalidad”, el chavismo también la asesinó.


Prof. Juan José Pérez Rancel
Sector Historia y Crítica
EACRV / FAU / UCV
19 de mayo de 2014


viernes, 23 de mayo de 2014

¿Dónde quedaron los derechos democráticos? Alberto Lovera

Desde que se desató la presente ofensiva represiva en contra de las protestas estudiantiles y ciudadanas uno tiene la percepción de que nos han estado engañando sobre la nueva óptica que se le imparte a los cuerpos represivos. Se nos dijo, y uno lo tomaba comouna buena y esperanzadora noticia, que los principios de actuación del Estado para disuadir y reprimir estarían apegados a la garantía de los derechos humanos establecidos en nuestra Constitución. 




No es que el comportamiento represivo del gobierno haya sido impoluto en el pasado reciente, muchos eventos desdecían el discurso oficial en pasadas jornadas de protestas sucedidas en diferentes momentos desde que se instaló en el poder el nuevo elenco político, pero había la esperanza (lo último que se pierde) deque habría una rectificación a fondo sobre nuevas bases. 

Mucha crítica y condena a comportamientos claramente censurables durante la época de la república civil no han estado acompañadas con una nueva óptica capaz de conciliar el ejercicio de las libertades democráticas con una acción estatal respetuosa de los derechos humanos. 

De lo que hemos sido testigos en los últimos meses en términos de represión desmedida y atropello a los más elementales derechos constitucionales, deja muy mal parada la supuesta nueva óptica respetuosa de los derechos humanos ante el legítimo ejercicio de la protesta ciudadana. 

El inventario es aterrador: violenta represión a manifestaciones pacíficas, uso de grupos paramilitares como fuerzas de choque contra manifestantes que acompañan las acciones de los organismos represivos, detenciones arbitrarias; irrupción en centros de salud para detener manifestantes; violación de los preceptos de la LOPNA en el caso de menores de edad; allanamientos sin órdenes judiciales; detenciones, juicios sumarios, utilización de regímenes de presentación en los tribunales yencarcelamiento de dudosa legalidad; tratos crueles y torturas a detenidos; interpretaciones jurídicas espurias de los derechos constitucionales para satanizar las protestas, convertidas todas ellas, incluso las más pacíficas y cívicas, en actos sediciosos aunquesus reclamos y demandas estén en el marco constitucional; anulación aún más intensa de la separación de poderes públicos, apareciendo todos ellos en connivencia con la cúpula del poder, cuya única preocupación parece ser prolongar un mandato empeñado en confundir sus intereses mezquinos, pero incapaz de trabajar para toda la ciudadanía, que sufre los desatinos de su política económica y social que castiga la vida cotidiana de losvenezolanos, sordo al reclamo de una rectificación a fondo y lanecesidad de un clima de reconciliación nacional. 

Si los partidarios de este nuevo elenco en el poder soñaron con una nueva agenda para el manejo de los asuntos públicos y un ejercicio pleno de los derechos democráticos, la forma en que está actuandola cúpula del poder no dejará un legado sino los despojos de una estafa política que en nombre de nobles ideales lo único que le parece interesarle es cómo prolongar los privilegios de unos enchufados que medran para ellos mismos, pero dejando al pueblocomo el gran ausente de un horizonte de progreso que sigue pendiente. 

martes, 20 de mayo de 2014

Marías: Sairam en el espejo. por @rricardorios1


El palindrómico título es mi particular manera de personalizar la destacada participación de las estudiantes universitarias en las recientes jornadas de lucha.

 Sairam -Marías al revés- Rivas presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela de Trabajo Social (CEETS) de la UCV, fue detenida por las tropas del general  Rodríguez Torres en la obra suprema de la malignidad planificada del Ministro: el allanamiento que con nocturnidad perpetró los campamentos de nuestros indignados juveniles.

Sairam, junto con  242 jóvenes más,  fue detenida en medio de un operativo que representó un compendio de arbitrariedades, que solo esa modelo de la estatua de la justicia que dirige la FGR no ve, tal vez porque el pañuelo que le tapa los ojos es rojo.

Sembraron evidencias de todo tipo para inculparlos: drogas en cantidades menos que insignificantes para esa cantidad de jóvenes, una pistola y unos dólares nuevecitos fueron el temible arsenal incautado; subliminal forma cruel del Ministro de decir que a Maduro se le tumba con poca cosa. Fue una acusación colectiva, la droga no pertenece a nadie ni la pistola tampoco, después de reseñados soltaron a muchos de esos jóvenes, empezando por los  menores; pero a Sairam la dejaron presa.

Una fina operación le permitió, a lo que a falta de mejores términos llamamos  justicia,  encontrar causas para dejar a Sairam detenida y sin visitas.  Yo sé una porque soy cómplice. Cuando era director de OBE-UCV se me acercó esa niña, de 17 años entonces,  para preguntarme por las providencias estudiantiles, desconocía el término, porque ella iba a sacar a la banda de Kevin Ávila del CEETS.  Me impresionó su arrojo porque confesó que le daba miedo. No dudo que Sairam está presa por eso porque, más que un gobierno, esto es un colectivo de vengativos. 
El pasado 14-05-14 detuvieron a 105 muchachos en una marcha de pacífica para aburrida, soltando a las mujeres y a los menores  después de la consabida ración de sevicia y odio de la GNB. Este uso adaptativo de las leyes ha estado presente en todas las salvajes acciones contra el ejercicio del legítimo derecho a la protesta de la población, está claro que quieren asustar, amedrentar. Ninguna de las liberadas les mostró miedo y si mucho coraje, las Marías en el espejo de Sairam.  No hay cárcel para tanta gente. “Nuestros sueños no caben en sus celdas” rezaba una pancarta ese día.  Sairam, desde el SEBIN, nos manda mensajes por las rendijas de la prisión: que continuemos la lucha y le mandemos libros.  “Estudiar y luchar y la patria liberar” me llegó a la cabeza inmediatamente. 

Toda acción reclama reflexión, no se le puede seguir sirviendo la vanguardia del movimiento estudiantil en bandeja de plata a la represión, hay que conectarse más con los obreros que hacían cola para comprar aceite a dos cuadras de la redada. El gobierno muestra sus miedos al reprimir. Le temen a que María, bondad y valor, esté de nuestro lado. Dios te salve, María. LIBEREN A SAIRAM.


@rricardorios1